El funcionario ante la crisis (I)
Hablando de España, pero aplicable a otros países de nuestro entorno, el funcionario se encuentra en el "lugar menos adecuado en el momento justo" para la política indiscriminada de recortes.
En nombre de los monstruos malignos internacionales (prima de riesgo, aumento deficit, aumento deuda, inflación, mercado bursátil) se acude sistemáticamente a la ruptura de convenios laborales con los empleados públicos de las administraciones, y más concretamente con los funcionarios.
La principal diferencia entre un empleado público "sin apellido" y un empleado público "funcionario" es el modo de acceso al puesto, a través de un proceso competitivo a lo largo de varios meses e incluso varios años. Es por ello que se "guarda" el puesto de trabajo indefinidamente.
Sin duda, se aprovecha la insolidaridad de la media del resto de los ciudadanos con el colectivo de funcionarios, ya sean "gestores", "tramitadores", "sanitarios" o "educadores".
No obstante, al igual que en las llamadas grandes empresas (y no digamos ya entre las pymes) existen diferencias de situación laboral entre unas y otras, es muy diferente la situación laboral de los funcionarios en los distintos niveles de la administración: Estado, Autinómico y Local.
El funcionario ante la crisis - Administración General del Estado
En el caso de la Administración General del Estado, los empleados públicos, y especialmente los funcionarios:
- ya han sido castigados sistemáticamente durante la democracia
ha ocurrido especialmente, "en aras del bien común", como ajustes para ingreso en la UE, en el EURO, etc.
- pocas veces se han visto premiados, en momentos de bonanza, con algún tipo de "equilibrio" o "equiparación" de salarios
- de esta manera el poder adquisitivo ha ido empeorando, y las personas empobreciéndose
- cada vez hay más "agujeros" en la administración general del estado en cuanto a su organigrama
- son puestos que no son cubiertos correctamente, por no esxistir una persona adecuada "en plantilla"
- tampoco puede irse a buscar esa persona "al mercado laboral"
- se acaba poniendo algún voluntario que resuelva "como pueda" la carencia
- y, como no, contratando una asistencia externa que acaba "dejando atada" a la organización
... continuará.
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